Comenzar de nuevo
Bishops Messages, Bishops' Messages Espanol
Published in the Winter 2021-2022 issue.
En uno de mis últimos semestres del seminario, dos de los cursos que tomé fueron Dios y el problema de la maldad, basado en gran medida en los escritos de Elie Wiesel, sobreviviente del Holocausto, e impartida por el reverendo Dr. Carter Heyward; y La vida de la oración, impartida por el mismísimo reverendo Harvey Guthrie, quien en ese entonces era decano de la Episcopal Divinity School y profesor de Antiguo Testamento (lo que actualmente se llamaría Escrituras hebreas). En Dios y el problema de la maldad obtuve la calificación de A+; en La vida de la oración, una B-, lo que (estoy segura) habrá tenido el efecto no deliberado de hacerles pensar a los examinadores de la diócesis de Nueva York que si bien yo era una experta en maldad, dejaba qué desear respecto de la oración. Menciono todo esto porque he estado tratando de recordar una cita de Elie Wiesel sobre comenzar y comenzar de nuevo. Finalmente la encontré y aquí se las comparto.
Tras la destrucción del segundo Templo, en 70 EC, el pueblo judío se vio frente a dos opciones: terminar con su sufrimiento al negar su fe y asimilarse en la sociedad, o continuar y reconstruirse a partir de las cenizas. Wiesel sugiere que el Talmud fue el “templo” construido cuando el pueblo judío eligió la segunda opción. Él dice que, “el Talmud fue concebido y escrito como un acto de desafío”. Como si los Sabios quisieran decirle a Dios que se negaron a dejar de creer. Este desafío confirmó el antiguo mensaje del judaísmo de que, si bien la humanidad no puede comenzar (sólo Dios puede hacerlo), es su deber no aceptar un fin impuesto. “El hombre no puede comenzar, porque ese privilegio corresponde únicamente a Dios, pero sí corresponde al hombre el volver a comenzar. Vuelve a comenzar cada vez que decide desafiar la muerte y ponerse junto a los vivos” [Mensajeros de Dios: Retratos y Leyendas Bíblicos, Nueva York: Random House, 1976].
Es este último enunciado el que estaba buscando: “Comenzar no está en el reino de las posibilidades; sólo comenzar de nuevo, una y otra vez. En eso radica la fuerza [de la humanidad]. Y también su gloria”. “Nuevo comienzo” es un oxímoron. Pero se nos ha dado la oportunidad de comenzar de nuevo, una y otra vez.
Así, llegamos al final del año civil 2021 y una característica que el 2021 tiene en común con el 2020 es que la mayoría de la gente ¡se alegra de que haya terminado! Sin embargo, conforme miramos hacia el 2022, recordemos ese trozo de sabiduría de Elie Wiesel. Nosotros no creamos el mundo. Dios fue quien lo creó. Sin embargo, Dios continuamente nos da la oportunidad de comenzar de nuevo, una y otra vez. Y, por ello, digo, ¡Demos gracias a Dios!